¿Qué pasó en 2018? Nada. Básicamente nada. Durante el año, logramos recuperar el gasto real de los colombianos, que llegó a los mismos niveles de 2015, sin que esto puede ser considerado un gran logro. Pero se frenaron las caídas en las compras, el ajuste del bolsillo y los cambios de comportamiento. El gasto de los hogares terminará creciendo cerca de 6,5% en valor, 3,4% en volumen y registraremos un cambio de precios cercano a 3,2%. Es decir, un año mediocre, que se vio afectado por las elecciones, el Mundial, el nuevo gobierno, el pago de prediales, las declaraciones de renta elevadas y el tenso debate de la Ley de Financiamiento, que terminó de frenar el retorno de la confianza del consumidor.
¿Qué sabemos de 2019? El próximo año tiene una particularidad importante que muchos pasan de largo, porque no la consideran importante: tendrá dos días hábiles más y no será bisiesto. Esto significa que hay dos días más de productividad, de ingresos para los que ganan diario, y sí, dos días de trabajo más para usted. Esta buena noticia, que significa un crecimiento en producción cercano al 0,8%, ya nos da un comienzo para crecer.
La población seguirá creciendo y más aún con la migración de venezolanos; si bien estamos en el lío de cómo entender cuántos somos y cómo nos afecta el resultado, el crecimiento de la población de 2019 será igual o más grande que el de 2018, porque nuestros vecinos seguirán llegando. Se sumarán a los 640.000 colombianos que nacen y los cada vez menos que mueren, porque pasamos de la lógica de uno nace, se reproduce y muere, a la nueva tendencia de uno nace, no se reproduce y no se quiere morir. Es decir, por lo menos 1% más de crecimiento en el mercado.
El gasto público se va a dinamizar, debido a que entramos en el último año de las alcaldías y gobernaciones actuales. En particular, Bogotá, donde se harán grandes inversiones como Transmilenio por la Séptima y el Metro. Esto puede significar otro 1% de crecimiento, que moverá el PIB, pero no necesariamente el gasto de los hogares, porque no genera empleo ni mejoría de salarios.
El aumento del salario mínimo debe cumplir la premisa de “algo como la inflación más un punto porcentual”, lo que nos deja que el salario de todas las personas crezca más o menos un 1%, porque no a todos les suben el sueldo, no todos consiguen trabajo y muchos trabajan por menos.
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Nuestro mercado no es maduro, y eso es una enorme oportunidad, porque en muchas categorías se puede crecer más, porque la penetración no llega al 20%, lo que permite que sectores como tecnología, vehículos, transporte e incluso comidas light puedan crecer. Esto puede aportar cerca de 1% de crecimiento adicional, ya que son mercados que pueden crecer con producción y marcas nacionales.
La inflación será uno de los misterios del año, porque depende de cómo queden el tema del IVA, el impuesto a las gaseosas y la cerveza, del fenómeno de El Niño… Podemos esperar una inflación promedio de 3,4%, que será el aumento promedio de precios en el mercado.
En resumen, el PIB de Colombia puede crecer algo cercano a 0,8% + 1% + 1% + 1% + inflación, es decir, cerca al 3,8% en términos reales y 7,2% en pesos comunes y corrientes; cabe anotar que el crecimiento del gasto de los hogares será menor, porque todos los beneficios del gasto en inversión de los gobiernos no llegan a los hogares. Este crecimiento puede ser menor dependiendo de miles de cosas, pero es muy difícil que sea superior, debido a que no tenemos cómo crecer más, porque igual que un camión o una planta, tenemos una capacidad limitada.
En el primer trimestre, sentiremos el impacto de la Ley de Financiamiento y, en el tercero, la campaña política puede enloquecernos.
Entonces: ¿usted cómo va a hacer mercadeo para aprovechar todo esto a su favor? Porque si algo tiene que hacer, seguro no será lo mismo de siempre.